César Chávez fue un activista que luchó por los derechos civiles de los trabajadores agrícolas. César nació cerca de Yuma, Arizona, el 31 de marzo de 1927. Su familia se mudó a California y viajaba de ciudad en ciudad trabajando en los huertos frutales. Los dueños de los huertos no trataban bien a los trabajadores. Las condiciones eran terribles. Trabajaban todo el día sin descanso, sin tener los servicios mínimos ni viviendas adecuadas. Trabajaban muchísimas horas y aún así apenas ganaban dinero para comer. Los dueños de los huertos se aprovechaban de ellos y no les pagaban lo que merecían.
César se escapó de estas condiciones al ingresar a la Marina de los Estados Unidos, pero solamente duró dos años y regresó a trabajar en las viñeras y los huertos frutales. A su regreso vio que no había cambiado nada. Él quería hacer cambios para ayudar a la gente. Primero trabajó con el Community Service Organization (CSO, por sus siglas en inglés) para ayudar a las personas a conseguir servicios para sus familias e inscribirse para votar. César llegó a ser el director nacional de esta organización, pero renunció a la posición cuando quiso organizar la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas (National Farm Workers Association-NFWA, por sus siglas in inglés) y el CSO no lo apoyó.
El NFWA se unió al AFL-CIO contra los cosechadores de uva. César creía en implementar cambios sin violencia. Para evitar la violencia durante el boicot, César ayunó por 25 días. Terminó su ayuno con una misa a la que asistieron 4,000 personas, incluyendo el Senador Robert F. Kennedy. El boicot duró casi cinco años y por fin los cosechadores cedieron. Los esfuerzos de César mejoraron las condiciones de los trabajadores agrícolas, incluyendo mejores sueldos.
César inició otros boicots y siguió con sus ayunos. Siguió luchando por los derechos de los trabajadores agrícolas hasta que murió el 22 de abril de 1993 en San Luis, Arizona. En 1994, el Presidente Bill Clinton le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad póstumamente. Cada año se celebra el Día de César Chávez el 31 de marzo.
María J. Fierro-Treviño