Con una población de más de 55 millones, la herencia hispana está cada vez más presente en la cotidianidad y cultura popular norteamericana.
El éxito de la comunidad hispana es cada vez más evidente, bien sea a través de la música, la comida, el baile. Así como también en la ciencia, el arte, la economía, la política y demás áreas de la sociedad.
La comunidad hispana ha aportado y continúa aportando en gran medida al desarrollo de los Estados Unidos. Es por esta razón que todos los años se celebra el Mes de la Herencia Hispana.
La cocina hispana es puro sabor
Los sabores y colores de la cocina son uno de los grandes baluartes que enaltecen la cultura y las tradiciones latinoamericanas.
Entre los ingredientes destacan el maíz, el jitomate, los chiles, las tortillas, la yuca, la quinoa, y si a esto se le suma el talento para cocinar, el resultado es una fiesta indiscutible para el paladar.
Ahora bien, si de talento hispano hablamos, una de las figuras hispanas más reconocidas en el mundo culinario es Enrique Olvera, mexicano que estudió en el Cullinary Institute of America, en Nueva York.
Gracias a sus recetas en Pujol, su restaurante insignia, Olvera se dio a conocer no sólo con recetas que recuperaban técnicas ancestrales y contemporáneas, sino con un espacio en el que se cuidó al límite el detalle.
En 2013 se colocó con este espacio en el lugar 13 del mundo y el 3 de Latinoamérica en las listas de Best Restaurants del conteo de San Pellegrino.
El plato cumbre de Pujol es el ‘mole madre’, no sólo un homenaje a esta receta tradicional, sino una reinterpretación cuyo secreto es recalentarlo cada día y dejar que los sabores vayan trasmutando.
Otra figura muy reconocida por su maravilloso talento en la cocina es la chef Susie Jiménez, quien se dio a conocer como finalista del popular programa de televisión sobre cocina “Food Network Star”.
Esta cocinera es oriunda de Aspen (Colorado) y se destaca por fusionar la herencia culinaria mexicana de sus padres con su experiencia en la gastronomía europea y asiática.
La mezcla de sus sabores llevan la comida hispana a otro nivel.
El baile como expresión cultural de la herencia hispana
Una de las muestras más palpables de la cultura hispana es su pasión por el baile.
La atracción por el baile y la expresividad de sus diferentes músicas, instrumentos y pasos son uno de los baluartes reconocidos en todo el mundo.
Hay muchos bailarines que han logrado ubicarse entre los mejores del mundo y que además se abrieron paso en Hollywood.
Un ejemplo de ello es Ryan Guzmán, quien se dio a conocer en las calles de Miami cuando, al frente de un flash-mob profesional, tomó las calles para bailar ante una cámara.
Nacido en Texas, de familia mexicana, es una de las caras de un fenómeno en alza: la fascinación de la industria del espectáculo estadounidense por poner a los latinos a bailar en las pantallas y los escenarios.
La llegada de Guzmán a Hollywood no pasó desapercibida, pues al poco tiempo fue reconocido como el “nuevo Channing Tatum”, por el actor que fue su predecesor al frente de la saga “Step Up”.
Lo curioso es que antes de dar su paso a la gran pantalla, este bailarín hispano nunca antes había bailado profesionalmente.
Había jugado béisbol y practicado artes marciales mixtas, se había dedicado al modelaje y apenas tres meses antes de ser elegido para el papel se había buscado a su primer representante actoral.
En otro rincón de Hollywood, una chilena se abrió paso a fuerza de baile, sólo que en vez de apostar a la pantalla grande lo suyo es el espectáculo en vivo.
Catalina Rendic se ganó un lugar en el elenco de Jennifer López para dar la vuelta al mundo en uno de sus tours.
Rendic se mudó a Miami cuando tenía 5 años y poco después de cumplir 15 decidió que quería bailar para ganarse la vida.
Su esfuerzo la convirtió en parte del cuerpo de baile de la misma Britney, con quien grabó un video, pasó por la serie musical “Glee”, trabajó con la cantante pop Katy Perry, además de Christina Aguilera y Shakira.
En conclusión, la herencia hispana a través de su grandes personalidades unen a millones de personas, quienes comparten el amor por su país de origen, el idioma y las ganas de que las generaciones futuras sientan el mismo orgullo por sus raíces.
Por Andreina Ibarra.
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