Evelyn Silva
“¡Este hombre de La Edad de Oro fue mi amigo!”
Cada 2 de abril celebramos con mucha alegría el día del libro infantil y no hay mejor modo para celebrarlo que releyendo las páginas de un libro que para mí es muy especial: La Edad de Oro. Escrito por José Martí, La Edad de Oro es un libro que compendia los cuatro números de una revista dirigida a los niños y que fueron publicadas mensualmente. La primera revista salió a la luz en julio de 1889 y contaba con 32 páginas. En ellas, Martí les hablaba a los niños con un lenguaje claro y sencillo pero, al mismo tiempo, profundo y sincero.
Hojeando las páginas del libro me encuentro un grabado de Pilar, la niña rica que “con aro, balde y paleta” va a la playa con su madre luciendo unos bellos “zapaticos de rosa”. Sin embargo, Pilar se los regala a una niña pobre y enferma y su acto de generosidad nos conmueve a todos los lectores. ¿Y qué decir de Bebé? El niño hermoso con rizos dorados y pantalones de duquecito que no se avergonzaba que lo vieran hablando con los niños pobres en la calle. Bebé era un niño hermoso por dentro y por fuera que se pasaba horas escuchando las historias de África que hacían los criados viejos. Bebé quería mucho a su primito Raúl porque Raúl no tenía mamá. Y cuando el señor Don Pomposo le regaló el sable dorado, Bebé no dudó en colocarlo en la almohada de Raúl para que él pudiera jugar también. Y Nené, la niña traviesa que desobedeció a su padre y rompió las páginas de un libro muy caro.
Con varios ensayos sobre la historia de América y otros sobre historia universal, La Edad de Oro alienta a los pequeños lectores a alimentar su intelecto, su curiosidad y su conocimiento. Para los niños escribió Martí “Los tres héroes” dedicado a Simón Bolívar, José de San Martín y Miguel Hidalgo. Estos tres próceres fueron los principales encargados de la independencia de América Latina y los niños tienen que conocer la historia de sus pueblos, sus culturas y sus héroes. También nos relata la historia universal a través de las casas en las habitaban los hombres: desde los fenicios hasta los egipcios, sin olvidar la Torre Eiffel. En La Edad de Oro, Martí le dedica un espacio especial a las ruinas indias, su historia y su importancia para los niños americanos; a la Ilíada de Homero y a la Exposición de París.
A través de cuentos, ensayos, fábulas y poemas, Martí trataba inculcarles a los niños el amor a los padres, a los hermanos, a la patria pero también valores universales como la honradez, la cortesía, la humildad y la generosidad. Es un libro fresco que cada niño debería tener en su pequeña biblioteca porque La Edad de Oro es un tesoro de sabiduría.