Evelyn Silva
Cada enero, celebramos en los Estados Unidos el natalicio de Martn Luther King, un defensor y activista que, desde muy temprana edad, luchó por los derechos civiles de los afroamericanos en este país.
Nacido en Atlanta, la capital del estado sureño de Georgia, King sufrió la segregación racial desde su niñez, especialmente cuando, contando tan solo 6 años, unos compañeros de tez blanca le informaron que no podían jugar con él por ser de tez negra. Este hecho King nunca lo olvidaría y marcaría su pensamiento político.
Desde muy joven se destacó académicamente y en 1948 se graduaría de la universidad con un título de Bachiller en Sociología. Continuó estudiando y en 1951 alcanzaría una Licenciatura en Teología. Ya para 1955 se graduaría como Doctor en Filosofía se la Universidad de Boston. Todos estos años de estudio y su labor pastoral lo ayudaron a convertirse en un carismático orador.
Su labor como activista por los derechos civiles no se hizo visible hasta finales del año 1955. King indignado por el encarcelamiento de Rosa Parks, una mujer negra que se había negado a cederle el asiento a un hombre en un autobús público en la ciudad de Montgomery, organizó un boicot contra el sistema de transporte público de esa ciudad. Durante este evento que duró más de trescientos días, el Dr. King emergió como líder político en la lucha contra la segregación racial y la desigualdad civil que afectaba a la población afroamericana del sur de los Estados Unidos.
La premisa fundamental de sus manifestaciones fue la no violencia. Aunque sus reclamos eran pacíficos, su contenido social, político y civil eran contundentes y esto generó el descontento de los sectores segregacionista que se comenzaron a sentirse amedrentados por el liderazgo de Martin Luther King. La tensión no se hizo esperar en los estados del sur y al evento de Rosa Parks le sucedieron múltiples incidentes que mostraron al mundo la situación socioeconómica y la desigualdad en materia de derechos civiles en la que vivían millones de afroamericanos.
King lideró un sinfín de manifestaciones que atrajeron la atención numerosos gobernantes y muchos de ellos decidieron trabajar. Durante una marcha por el derecho al trabajo y a la libertad, fue pronunciado uno de sus más discursos más reconocidos: Yo tengo un sueño (I have a dream), pronunciado el 28 de agosto de 1963. Ante un gran número de manifestantes que ocupaban las escalinatas del Monumento de Lincoln en Washington D.C., Martin Luther King expresó lo que se sería un manifiesto para el movimiento de los derechos civiles: un futuro en el la gente de tez blanca y tez negra de América pudiesen convivir armoniosamente y en igualdad de derechos.
El movimiento por los derechos civiles vio los frutos de ardua lucha cuando el 2 de julio de 1964 se promulgara la Ley de Derechos Civiles, la cual prohibía la segregación racial en escuelas, bancos de sangre, centros de trabajo y, en general, en todos los lugares públicos. De la misma forma, esta ley avaló el derecho al voto de los ciudadanos en edad elegible para votar.
Por su lucha incansable, Dr. King recibió el Premio Nobel por la Paz en 1964. En ese momento se convertía en el activista más joven en ser condecorado con tan distinguido galardón. Su premio fue otorgado en reconocimiento a su lucha no violenta por erradicar los prejuicios raciales en los Estados Unidos.
Martin Luther King murió el 4 de abril de 1968 cuando fue asesinado mientras se preparaba para una marcha en la ciudad de Memphis, Tennessee. Su legado político, cultural y cívico se mantiene vigente y es un referente histórico en la lucha por los derechos civiles de cualquier nación, en especial en los Estados Unidos.