Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales de los Incas
El mes de abril es un mes significativo para homenajear a escritores que nos han dejado un aplico y rico legado literario. Especialmente este año conmemoraremos los 500 años del fallecimiento de dos escritores que a pesar de abordar en sus obras diferentes perspectivas y con estilos literarios dispares, dejaron una huella profunda y de un valor incalculable para nuestra cultura hispanoamericana: Miguel de Cervantes y Inca Garcilaso de la Vega.
Quiero homenajear hoy a Gómez Suárez de Figueroa, conocido en los círculos académicos como Inca Garcilaso de la Vega. Este escritor e historiador peruano nació en la ciudad de Cuzco el 12 de abril de 1539 y era el hijo ilegítimo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa inca, Isabel Chimpu Ocllo, descendiente del emperador inca, Huayna Cápac. Pero por su venas corría el interés por la literatura ya que su padre era sobrino del reconocido poeta renacentista, Garcilaso de la Vega. Su infancia transcurrió en la casa paterna y gracias a esto recibió una gran educación ya que asistía a renombrados colegios. Desde muy joven mostró su preferencia por los idiomas y por la literatura.
A los 21 años, el Inca Garcilaso de la Vega abandona el Perú y se embarca en un viaje hacia España donde, gracias a su posición económica y a su descendencia española, comienza a frecuentar diversos círculos literarios y humanísticos en Sevilla, Córdoba y Montilla. Esta experiencia le permite conocer y codearse con autores y escritores como Miguel de Cervantes y Luis de Góngora. De la misma manera, el Inca estudia la historia y lee reflexivamente a autores renancentistas y clásicos. Gracias a su dedicación y devoción literaria, Inca Garcilaso de la Vega publica en Madrid, en 1590 lo que sería una de las más importantes obras realizadas por un autor americano, la traducción del italiano al español de Tres Diálogos de Amor de León Hebreo (La traduzion del indio de los tres Dialogos de Amor / de Leon Hebreo; hecha de italiano en español por Garcilasso Inga [sic] de la Vega).
Sin embargo, la obra más importante del autor e historiador peruano fue los Primera parte de los Comentarios Reales de los Incas, publicada en Lisboa, en 1609. Este es un libro histórico-literario en el que el Inca Garcilaso de la Vega retrata las costumbres y tradiciones del antiguo Perú centrándose en el periodo y desarrollo del Imperio Inca. Para escribir este tesoro literario, Garcilaso recopiló tanto documentos oficiales y crónicas españolas y peruanas como testimonios orales y cartas que le llegaban desde Perú. Su contacto con su familia materna y con amigos de decencia incaica fueron eslabones fundamentales para completar esta obra cuyo objetivo es enaltecer sus antepasados incaicos. En ella Garcilaso describe la religión, el sistema de gobierno incaico, las costumbres, sus guerras y sus vidas. Es por ello que para muchos especialistas e historiadores, esta obra es un cantar de gesta sobre la cual se funda la nacionalidad peruana. La segunda parte titulada Historia general del Perú fue publicada póstumamente en 1917. En la misma, el autor aborda el tema de la conquista y las guerras civiles que tuvieron lugar en el Perú luego de la llegada de los españoles. Narra el autor los conflictos internos que tenía lugar entre los propios conquistadores y las dificultades políticas y sociales que culminaron con la instauración del Virreinato del Perú. No se olvida el autor de presentar y narrar los diversos focos de resistencia que libraran los incas ante los invasores españoles. Para ello, Garcilaso incluye el episodio de la Túpac Amaru I, en la plaza del Cuzco en 1572.
Sin lugar a duda, los Comentarios Reales es una obra cumbre de la literatura hispanoamericana. Es un patrimonio histórico, literario y cultural en el que el Inca Garcilaso de la Vega trata de conciliar los elementos fundamentales de su herencia incaica y española. Su sangre era mestiza porque lo indígena americano se había fundido con lo blanco europeo. Su historia de vida fue la historia de muchos otros que como él tuvieron que vivir en esos dos mundos.