Los verbos que expresan emociones, condiciones o sentimientos suelen ser, en su mayoría, verbos reflexivos. Una construcción reflexiva es aquella en la que el sujeto se convierte en el propio objeto de la acción. Los verbos reflexivos se forman acompañando al verbo con un pronombre reflexivo (me, te, se, nos, se) que concuerda con el sujeto y en inglés corresponde con las terminaciones –self / –selves (mismo / mismos):
aburrirse (to get bored) alegrarse (to get happy) asustarse (to get scared) cansarse (to get tired) enamorarse (to fall in love) enfermarse (to get sick) enojarse (to get angry) irritarse (to get irritated) preocuparse (to get worried) reírse (to laugh) sentirse (to feel) relajarse (to relax)
Los verbos reflexivos pueden ser conjugados en cualquier tiempo verbal y mantienen los cambios ortográficos que presentan los verbos con alteración en el lexema.
Carlos se cansa de trabajar tanto en la oficina. Por eso, cuando llega a casa se relaja con un baño.
También este tipo de verbo se puede utilizar en cláusulas independientes que acompañan a otras en modo subjuntivo. Estos verbos suelen apelar a la subjetividad del hablante, sus deseos, posibilidades, dudas y emociones.
Recordemos que el presente de subjuntivo indica una acción presente o futura. Su estructura está determinada por oraciones subordinadas en las que se combina una cláusula en modo indicativo con otra en modo subjuntivo, siguiendo el siguiente esquema:
Cláusula independiente (modo indicativo) + que + cláusula dependiente (modo subjuntivo)
Algunas de estas cláusulas independientes son:
Me gusta que … Me encanta que … Me extraña que … Me sorprende que … Me preocupa que … Me duele que … Me entristece que … Me alegra que … |
Me enfada que … Me molesta que … Me da miedo que … Me asusta que … Me espanta que … Me divierte que … Me aburre que … Me emociona que … |