De todos los géneros literarios, la poesía es la que más encanto posee. La belleza y el sentimiento que expresa mediante la palabra es una maravilla que sirve de inspiración para el arte, la literatura, la música, etc. Las sensaciones que emanan de sus versos se pueden percibir, metafóricamente, a través de los sentidos como el olfalto, la vista, el gusto, el oído y el tacto.
Incluir poemas para aprender español en nuestras clases es una estrategia excelente para mejorar el idioma. Como no todos aprenden de la misma manera, el docente debe identificar qué estrategia utilizará para que sus estudiantes se diviertan aprendiendo. Aquí te mencionamos algunos poemas que harán de la enseñanza del español una experiencia enriquecedora y divertida.
La poesía es para todas las edades y los niños de primaria también pueden disfrutarla. El libro Poemas de juguete, de Antonio Granados es un poemario para jugar y aprender. Este libro contiene adivinanzas, acertijos y trabalenguas divertidas para practicar el vocabulario que inivitan a pensar y a imaginar.
Un buen poema para repasar las oraciones temporales con el uso del subjuntivo es el poema Advertencia, de la poeta inglesa, Jenny Joseph.
Algunos poemas que puedes utilizar para practicar los verbos son: Los verbos, Marisa Antonio Santamaria; Vuelve a empezar, y No te rindas, ambos de Mario Benedetti; Conjugación de verbos, de Irma Pérez; Lomos de las sagradas escrituras, de César Vallejo, Yo soy un hombre sincero, de José Martí y Lección de gramática, de David Chericián (usos del verbo ser y estar).
Si la intención es practicar los adjetivos, los sustantivos y el vocabulario, el poema Canción de las Antillas, de Luis Llorens Torres es ídoneo para el proceso de enseñanza. Otros poemas que sirven para este propósito son, A Kempis, de Amado Nervo y Romance sonámbulo, de Federico García Lorca y La calavera, de José Asunción Silva.
Algunos poemas que pueden utilizar los docentes para repasar las clases de oraciones pueden ser: Nocturnos de Nueva York, de Clara Lair; El desayuno, de Luis Alberto de Cuenca; Los heraldos negros, de César Vallejo y Barro tal vez, de Luis Alberto Spinetta (identificar oraciones compuestas).
Con el Poema 20, de Pablo Neruda se puede trabajar la perífrasis verbal. Los infinitivos, gerundios y participios se pueden repasar con el poema Yo misma fui mi ruta, de Julia de Burgos.
Sin duda alguna, la poesía es una expresión de arte pura y emotiva que se debe apreciar desde la profundidad y el significado de sus palabras. Estudiar el lenguaje poético de Gustavo Adolfo Bécquer, Rubén Darío, Gabriela Mistral, Julia de Burgos, Pablo Neruda, Nicanor Parra, entre otros grandes poetas, nos permite ampliar el vocabulario y comprender mejor nuestra lengua.
Por – Linda Ojeda
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